El Bilbao comenzaba hoy la temporada antes que nadie, tenía la posibilidad de demostrarle a la afición que todo lo que había pasado durante la temporada era un rodaje típico de las fechas veraniegas, pero viendo lo que han hecho este equipo del Young Boys, tener más rodaje, preparación física y creencia en lo que tenían que hacer, me parece que este año no va a ser muy tranquilo para los bilbaínos.
Joaquín Caparrós sacó su equipo de gala, no reservó a nadie ni pruebas ni nada, un bloque de la temporada pasada, pero se encontró con jugadores muy pesados y poco rápidos de cabeza, lo que aprovechan una y otra vez los jugadores del equipo suizo, que no conocían el miedo escénico de la Catedral y que en el minuto 22 sorprendieron a todo el mundo, puesto que Iraola no cerró bien, Degen se fue, lanzó y el rechace del guardamenta Gorka Iraizoz, lo recogió Doumbia para adelantar a los visitantes en los primeros veinte minutos.
El preblema llegó cuando se veía que no se podía reaccionar, y que los disparos en ocasiones puntuales de Yeste o Javi Martínez no acababan en gol, pero la jugada que podía haber cambiado el resultado, la jugada que podía haber supuesto una reacción, fue cuando Fernando Llorente falló el penalti a los seis minutos de la reanudación.
Ahora tendrán que cambiar la idea de ir a Suiza con un marcador favorable por un resultado en contra y que tienen que remontar, aunque hay que ser más efectivos cara a puerta.
