El miedo escénico

Henry, final Champions League, Arsenal-BarcelonaTodo el año, los equipos, ya sea el Barcelona, ya el Arsenal trabajan con el objetivo de lograr títulos a sabiendas que solo unos pocos rozarán la gloria y que no gana siempre el que mejor juega porque esto no son matemáticas.
Muchas eliminatorias para llegar a una noche soñada, en la que cientos de países se postran delante del televisor para disfrutar del mejor partido del siglo ( que el año siguiente vuelve a celebrarse pero que cada año es el del siglo).
Miles de periodistas acreditados, y los intereses de dos países enfrentados en un campo de fútbol, porque aunque solo sea un deporte, esa noche todo el mundo tiene algún interés y el fútbol, reúne viejos amigos y porque no, se tinta de política como lamentablemente todo en esta vida.
Los aficionados de ambos equipos se dejan sus ahorros si tienen la suerte de optar a una entrada y como todos tenemos dentro un entrenador cada uno sueña con sus alineaciones, y con ganar esa Champions de alguna forma, sabiendo que unos la ganan y otros se van a casa con las manos vacías.
Y cuando llega la hora de la verdad, hay veces que ni los árbitros se equivocan más que los entrenadores a pesar de que merecen mención aparte.
Ronaldhino Final Champion recogiendo copa de Europa¿Cómo el señor entrenador del Arsenal a pesar de llevar setenta y cinco minutos con diez, haciendo una final de chapeau, saca a Reyes a falta de unos minutos para el final?, pero lo que es más gordo, ¿ cómo el señor entrenador del Barcelona deja a su mejor valor en el banquillo?
Millones de simpatizantes del equipo catalán y a los que nos gusta el buen fútbol sufrimos anoche con la suplencia de Iniesta, un manchego que se va a convertir en estrella rutilante en Alemania  si la selección no tropieza a las primeras de cambio, probable por otra parte.
Pero ahí aparece el miedo escénico, de un entrenador joven, sin experiencia en este tipo de partidos y que tiene en el joven jugador, un niño que no se queja, que no protesta y que no pone el vestuario patas arriba por no jugar. Ambos tienen que aprender, El holandés a no preferir a Van Bommel piscinas, en vez del que mejor dirige el fútbol culé. El chaval debe dejar se ser tan buen chico, que en el fútbol como en la vida ganan los más listos.
Y los árbitros capítulo aparte, uno que no va al mundial, pita la final de la Champions, en fin sin comentarios…

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